El Galpón de Villa Ortúzar
La Resistencia
"Podrán derribar paredes, incluso construír un canil. Pero nunca podrán derribar la pertenencia que los vecinos sentimos por nuestro espacio público, por nuestro barrio y por nuestro Galpón".
El Galpón de Villa Ortúzar:
Una forma de resistencia
El gobierno destruyó este espacio identitario del barrio en abril de 2023. Pero
los vecinos, cada vez más fortalecidos, aún mantienen la esencia del Galpón viva.
Por Valentina Durontó
El Galpón de Villa Ortúzar fue un centro cultural que funcionó entre 2013 y 2022 en el corazón de este barrio porteño. Ya no existe, pero los vecinos aún lo identifican como un espacio de encuentro y de resistencia.
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Originalmente surgió como una cancha de bochas para los jubilados de la zona, construido por el programa Sorpresa y ½ de Julián Weich en los años 90. Con el tiempo, el Galpón quedó abandonado e intrusado. Se convirtió en un problema de inseguridad y vandalismo para la comunidad, hasta que varios vecinos decidieron rescatarlo.
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Por seis años seguidos, el Galpón cobró vida y representó un lugar de pertenencia para el barrio. En este espacio se organizaron distintas actividades: talleres artísticos para todas las edades, clases para terminar la secundaria adheridas al Plan FinEs y asesoramiento legislativo. Comenzó a tejerse una gran red comunitaria con este sitio como epicentro que nucleaba a todos los grupos. ​​​​​​​​​​​​​​​​​
"Cuando derribaron el Galpón, todos los vecinos sentimos que nos estaban arrebatando nuestro segundo hogar", confesó Violeta Favero Labal.
Crédito: Instagram El Galpón de Ortúzar.
Pero desde octubre de 2022 el Galpón tuvo otro destino cuando el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires inició un operativo para demolerlo. Los vecinos, sorprendidos ante esta situación, ocuparon el lugar y se sentaron en el piso en forma de protesta. “Fue un punto de inflexión en la historia de nuestro barrio porque así comenzó nuestra resistencia”, expresó Violeta Favero Labal, una de las vecinas más activas de Villa Ortúzar.
Dos intentos más tarde el gobierno cumplió su objetivo. Durante la madrugada del 6 de abril de 2023 llegaron más de 100 policías para desmantelar lo que quedaba del Galpón. Este espacio, dedicado a ayudar a los vecinos y a cumplir sus sueños, ahora es un canil que, según Juan Martín Chippano, “nadie pidió”. Pero aunque derribaron sus paredes, los residentes lograron mantener la esencia de este sitio, que hoy es la marca identitaria del barrio.
¿Querés saber más acerca de la historia del Galpón de Villa Ortúzar?
En este documental, los vecinos narran lo que significa este espacio para ellos, cómo fue la demolición y la movilización que esto generó.
Crédito: Violeta Favero Labal y Querubina Salazar, militantes del barrio.
La Plaza 25 de Agosto, lugar donde estaba este centro cultural, se transformó en un símbolo de resistencia. Debido a la oposición de los vecinos a las nuevas legislaciones, este es uno de los últimos espacios verdes que quedan sin rejas en la ciudad. Cada fin de semana, la comunidad sigue reuniéndose allí para defender el alma del Galpón y celebrar diversas festividades. Recientemente organizaron la primera feria barrial solidaria, un evento que mostró la fuerza colectiva y reafirmó el espíritu de lucha que caracteriza al barrio.
La destrucción del Galpón marcó también el comienzo de uno de los reclamos vecinales más fuertes: la batalla contra las edificaciones. A lo largo de los años, Villa Ortúzar pasó de ser un barrio de fábricas a ser caracterizado por sus casas bajas, pero el nuevo código urbanístico atenta contra estos rasgos identitarios. La Comuna 15 propone construcciones con más de diez pisos de altura y, de la mano de otras medidas modernizadoras, esto generó una fuerte movilización en la comunidad.​​
La gentrificación también amenaza con silenciar a las expresiones culturales del barrio. “El barrio nos expulsa”, declaró Daiana Durante, miembro de Los Endiablados de Villa Ortíuzar. "Pero no dejamos de estar porque sabemos que pertenecemos”, agregó.
El Galpón sigue vivo porque los vecinos luchan para sostenerlo. Desde hace varios años, es más que un espacio físico. Es el hogar de las demandas barriales, de los lazos irrompibles, de la solidaridad y del compromiso de Villa Ortúzar. Violeta Favero Labal declaró: “El mayor logro del Galpón es que pudo sintetizar el barrio en todos sus aspectos. Mientras la comunidad siga activa, el Galpón estará más fuerte que nunca”.