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La plaza 25 de agosto es un refugio de solidaridad en el Día de las Infancias

El evento destaca el compromiso del barrio con su identidad y su capacidad de resistirse a  los cambios urbanos.

Por Sofía Shinzato

La plaza 25 de agosto de Villa Ortúzar se llenó de familias a las 13 del sábado 17 de agosto para celebrar el Día de las Infancias. Entre el disfrute de juegos, cuentos y música en vivo, los vecinos se juntaron para recolectar alimentos no perecederos y juguetes en buen estado para quienes más lo necesitan, y organizar una feria de emprendimientos.

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Los vecinos buscan un motivo benéfico para cada encuentro. 

(Crédito: @elgalpóndeortuzar)

​La bandera argentina que flamea en el centro de la plaza delimita el espacio donde se distribuyen las mesas de los emprendedores locales. Al costado, los murales “Vuelta por el Universo” que homenajea a Gustavo Cerati, “Malvinas” y “Los ojos de Martín” que rinde tributo al músico y productor argentino, Martín Carrizo, reflejan que la identidad del barrio que a pesar de los cambios, continúa latiendo fuerte. En un rincón, una mujer toca el saxo y acompaña el bullicio de la jornada.

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Asistieron aproximadamente 100 personas. 

(Crédito: Sofía Shinzato)

El ambiente mezcla la tradición y la modernidad. Mientras que algunos jóvenes organizan la jornada, los vecinos comparten mates y charlas en las escaleras de la plaza. Entre ellos, una joven se movía ágilmente entre la multitud para capturar momentos que refuerzan la esencia del evento. “Es una comunidad conectada y solidaria”, comentó Violeta Favero, fotógrafa de 22 años que vivió toda su vida en Villa Ortúzar. 

 

Los vecinos llegaron convocados por el grupo de WhatsApp de emprendedores del barrio y también a través de las redes sociales del Galpón. Angelina Santangelo, quien vive en el barrio hace 19 años, es dueña de un emprendimiento y afirma: “Villa Ortúzar es un barrio solidario, respetuoso con su identidad y comprometido”. A lo largo de los años, describió cómo la plaza pasó de estar rodeada de casas bajas a ser invadida por edificios que amenazan con cambiar el paisaje. 

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“No solo es una feria, sino es buscar un motivo y colaborar entre todos”, expresó Angelina. 

(Crédito: Sofía Shinzato)

El clima comunitario es palpable, y cada feria mensual refuerza el espíritu combativo de los vecinos. Valeria Di Pierro, también emprendedora, destaca: “La ley de edificación es lo que nos tiene en pie de lucha”. Estas construcciones representan no solo una transformación visual, sino que también se convierte en un desafío para el sentido de comunidad. Sin embargo, los vecinos se mantienen firmes en eventos como esta feria, donde comparten las historias de resistencia. Su compromiso es asegurar que se mantenga la esencia del barrio y que estos espacios sirvan para mantener la dedicación con el bienestar común.

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“La esencia de Villa Ortúzar está en su gente”, señala Juana Iotti, emprendedora y vecina del barrio.

(Crédito: Sofía Shinzato)

Al caer la tarde, la plaza seguía llena de vida. Los niños escucharon cuentos, las familias charlaron, y la música continuó sonando. Para muchos vecinos, es un refugio en medio de la acelerada urbanización que los rodea y amenaza con borrar la identidad del barrio. Entre los presentes, una gran cantidad de emprendedores resaltaron la importancia de continuar la organización de eventos que fomenten la participación comunitaria. “Nuestro objetivo es hacer la feria una vez por mes”, sostiene Juana. 

 

El evento no fue solo una celebración infantil, sino que un recordatorio de que el barrio resiste los embates del cambio y quedó la sensación de que la identidad vive en sus plazas, en sus murales y en sus vecinos. 

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Vecinos emprendedores que dan vida a la comunidad. 

(Crédito: Elaboración propia)

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